8 de Marzo, Día de la Mujer
“Primun non nocere…”
Así comienza el principio hipocrático escrito hace más de 2000 años cuya vigencia en este día cobra especial relevancia: “Primero no dañar, a veces curar y siempre acompañar”.
Acompañar a la mujer en los cambios de las últimas décadas ha sido todo un desafío para el equipo de profesionales vinculados a la atención de niñas y adolescentes.
Acompañarlas en las necesidades especiales en esta etapa, no solo en los cambios físicos que representan el paso de niña a mujer sino comprender sus códigos, sus preocupaciones, sus dudas y expectativas.
Acompañarlas en la lucha por sus derechos entre los cuales se destacan el derecho a una sexualidad plena, a decidir sobre sus propios cuerpos, a ser respetadas y valoradas, a tener acceso a los nuevos métodos anticonceptivos en una consulta que respete la confidencialidad donde puedan ser escuchadas y puedan expresarse libremente para tomar decisiones informadas.
Acompañarlas para detectar conductas de riesgo como la relación de nuestros adolescentes con el alcohol, las drogas, las conductas violentas.
Acompañarlas en la necesidad de la detección precoz de enfermedades prevenibles para minimizar el impacto en la fertilidad y en la calidad de vida, como la endometriosis y las infecciones de transmisión sexual.
Acompañarlas para lograr una mejor calidad de vida trabajando en la autoestima personal en conjunto con el equipo de psicopatología.
Acompañarlas en el diagnóstico de enfermedades oncológicas que implican muchas veces tratamientos largos y complejos que pueden presentarse aún en esta etapa de la vida.
Allí estamos y allí estaremos siempre para ofrecer a nuestras niñas y adolescentes la mejor atención de un equipo de personas entrenadas (secretarias, enfermeras, asistentes sociales, psicólogos, médicos generalistas y especialistas) que se preparan y trabajan por y para ellas... para que todos los días sean 8 de marzo.