La menstruación y su relación con el sueño y el deporte en la vida de las adolescentes.
Relationship between sports and sleeping patterns with menstrual cycle in teenagers
Artículo de Revisión
Dras. Sosa Andrea¹, Zárate María Noelia²
Resumen
Desde hace unos años, en EE. UU., se habla del ciclo menstrual como quinto signo vital, lo que significa que la menstruación es un indicador de salud tan importante como los cambios del pulso, la tensión arterial, la frecuencia respiratoria y la temperatura (ACOG) 1.
En toda mujer en edad fértil que no se encuentre en amenorrea inducida o electiva por anticoncepción, la valoración de su ciclo menstrual otorga una pauta de su estado general.
Existen diversas situaciones y condiciones en el contexto de la salud que irrumpen el buen funcionamiento del eje endócrino-reproductivo. Como es sabido, los trastornos del ciclo menstrual constituyen una de las principales causas de consulta en ginecología infantojuvenil, y suelen ser motivo de preocupación tanto para las adolescentes que los padecen como para sus padres. Si bien la etiología de dichos trastornos se relaciona principalmente con la inmadurez del eje hipotálamo-hipófiso- gonadal, existen otras situaciones donde los mismos pueden ser la primera manifestación de una alteración general, orgánica o emocional.
La participación femenina en deportes ha cobrado mayor relevancia en los últimos años. Es por esto que se comenzó a evaluar la relación entre el ciclo menstrual y el rendimiento deportivo, observando que las hormonas sexuales cobran importancia en el buen desempeño de cada disciplina deportiva, en el metabolismo y en las lesiones musculoesqueléticas. Para que la adolescente deportista tenga un correcto rendimiento deportivo y pueda ajustar su entrenamiento al ciclo menstrual, es de vital importancia que conozca dicho ciclo.
Por otra parte, la pandemia de COVID 19 nos ha dado la posibilidad de recordar que el hábito del sueño tiene una relación estrecha con el ciclo menstrual. Las horas de descanso, tanto en la adolescencia como en la población en general, se han visto afectadas durante el año 2020 en particular, debido a la falta de rutina que generó la pandemia2. Esta alteración en el sueño ha provocado alteraciones en el ciclo menstrual de pacientes sin patología ginecológica.
En el presente artículo se intenta poner de manifiesto la influencia que poseen el deporte y el sueño en el ritmo menstrual.
Palabras clave: rendimiento deportivo, ciclo menstrual, sueño, ritmo circadiano.
Abstract
The concept of menstruation as a vital sign appeared in the US some years ago. This means that menstrual cycles are considered a health indicator in women, as important as blood pressure, temperature or pulse and respiratory rate. The assessment of menstruation in women of reproductive age, except those with induced or elective amenorrhea due to contraception use, gives us information about the overall health status of that person. Many conditions and situations may compromise the correct functioning of the endocrine-reproductive axis. Menstrual cycle disorders are one of the most common chief complaints in pediatric and adolescent´s gynecology. Although immaturity of the hypothalamic-pituitary-ovarian axis explains most of them at this age, there are other health conditions in which these disorders can be the first manifestation.
Female sport has become more important in recent years. This fact led to the evaluation of the relationship between the menstrual cycle and sports performance. Sex hormones affect the results in different sports disciplines, metabolism and musculoskeletal injuries. It´s important for adolescents that practice sports to recognize the different phases of their menstrual cycle in order to adjust their training and to have a proper performance.
In addition to that, the COVID - 19 pandemic showed that sleeping habits have a close connection with the menstrual cycle. Adolescents and general population modified their resting hours in 2020, mainly because of the loss of regular activities or routines due to the pandemic. These sleeping disorders may lead to menstrual cycle disorders in patients without previous gynecology pathology.
Key word: sports performance, menstrual cycle, sleep, circadian rhythm
La menstruación y su relación con el deporte y el sueño
Ciclo menstrual y rendimiento deportivo
A lo largo de los siglos las mujeres han tenido que luchar contra los prejuicios y obstáculos impuestos por la sociedad que consideraba que ellas no podían, o no debían realizar deportes. Debieron superar barreras basadas en estereotipos sociales y culturales, debido a que se las consideraba en condiciones de inferioridad con respecto al hombre. Si bien el deporte femenino globalmente está cada vez más naturalizado en la sociedad, sigue siendo desparejo con respecto al deporte competitivo masculino.
Debido al aumento del número mujeres que entrenan, surge el interés por evaluar la relación entre ciclo menstrual y rendimiento deportivo para mejorar el proceso de preparación de las mujeres en las distintas modalidades deportivas y prevenir las posibles afecciones de la función menstrual.
Si bien las características del ciclo menstrual de las deportistas de alto nivel no poseen diferencias sustanciales con respecto al ciclo de las mujeres no deportistas, se infiere que podría haber etapas más o menos beneficiosas para lograr un óptimo desarrollo deportivo.
En los artículos de revisión publicados recientemente 3,4,5 se concluyó que habría mayor potencia y rendimiento deportivo en la fase folicular, una disminución de este en la fase premenstrual y mayor reserva energética en la fase folicular.
En cuanto a la acción de las hormonas involucradas en el ciclo menstrual femenino, vemos que cada una de ellas actúa de manera diferente en el metabolismo. Las hormonas femeninas, estrógeno y progesterona, fluctúan de forma predecible en el ciclo menstrual fisiológico de mujeres eumenorreicas.
Según lo publicado en el año 2010 el estrógeno aumenta la disponibilidad de ácidos grasos libres como combustible durante el ejercicio favoreciendo el rendimiento de resistencia, promueve la oxidación de lípidos en el músculo esquelético y la disponibilidad y utilización de glucosa en las fibras musculares tipo I 4. Esto proporciona combustible de elección durante el ejercicio de corta duración, beneficioso para el rendimiento en ejercicio aeróbico de mayor intensidad. Por otra parte, una alta concentración de estrógeno en la fase lútea aumenta la capacidad de almacenamiento de glucógeno muscular en comparación con el bajo nivel de estrógenos de la fase folicular temprana 4.
El estrógeno también promueve la captación de glucosa y glucogenólisis hepática durante el ejercicio de alta intensidad, mejora la sensibilidad a la insulina y posiblemente induzca a un mayor almacenamiento de glucógeno. Además, puede reducir el catabolismo de proteínas 4.
En conclusión, todos estos factores conllevan a un aumento de sustrato metabólico y a una mayor disponibilidad de combustible en las fases folicular y ovulatoria. En la fase lútea, habría una menor glucólisis anaeróbica.
Con respecto al consumo máximo de oxígeno, este no se modifica según las fases del ciclo menstrual. Lo mismo sucede con los umbrales de lactato y con el umbral ventilatorio 4.
En cuanto al rendimiento deportivo, las atletas perciben con mayor frecuencia que el rendimiento disminuye en las fases folicular temprana y lútea tardía en comparación con el resto del ciclo menstrual. Esta disminución coincide con la aparición de síntomas menstruales (fatiga o letargo, dismenorrea, entre otros). La percepción de fatiga en las fases folicular temprana y lútea tardía podría ser explicado por la producción de serotonina. El estrógeno mejora la transmisión de serotonina y aumenta sus niveles 5.
En cuanto al ejercicio anaeróbico, el rendimiento en las aceleraciones repentinas (sprint) de 100 y 200 metros, es decir correr a una máxima velocidad una distancia corta, fue mejor en la fase lútea media. La potencia máxima durante un sprint repetido de corta duración se incrementó significativamente durante la fase ovulatoria. Los resultados de la prueba de salto no variaron según la fase del ciclo menstrual.
El estrógeno tiene un efecto neuroexcitador. Las pruebas de fuerza tuvieron mayor rendimiento durante la fase folicular temprana y tardía.
Con respecto al rendimiento aeróbico, las actuaciones en sprints máximos son mejores durante la menstruación. No se han encontrado diferencias en una prueba de rendimiento de Wingate test entre la menstruación y la fase folicular o en sprints de 10 segundos entre las fases lútea y folicular. El Wingate test es un método anaeróbico de diagnóstico de rendimiento, en donde el deportista deberá realizar en un tiempo determinado un esfuerzo máximo por poco tiempo (por regla general durante 30 segundos). Se observó una mejora del 13% en el rendimiento en Trail-running en la fase folicular y, en ciclismo, un mejor rendimiento en la fase folicular tardía en comparación con la fase folicular temprana4.
Al evaluar la relación entre hormonas y lesiones deportivas, se advirtió que, si bien el aumento de los estrógenos puede reducir la síntesis y densidad del colágeno, las variaciones de esta hormona durante el ciclo sexual no son lo suficientemente grandes como para producir cambios significativos en la rigidez de los músculos y tejido conectivo 5.
La progesterona por otra parte tiene efectos catabólicos: inhibe la absorción de glucosa en las fibras musculares, aumenta la degradación proteica y reduce la capacidad que tiene nuestro cerebro de reclutar más fibras musculares durante un entrenamiento. Es una antagonista de la testosterona e impide que esta ejerza sus efectos anabólicos4.
Dado todo lo descripto anteriormente, en los artículos mencionados se concluye que las atletas que menstrúan regularmente y compiten en deportes específicos de fuerza o anaeróbicos/aeróbicos intensos, deberían ajustar su entrenamiento a la fase del ciclo menstrual para maximizar el rendimiento deportivo.
Por último, un tema de vital importancia es la relación que existe entre la anticoncepción y el rendimiento deportivo. Es fundamental que todas las adolescentes tengan la posibilidad de utilizar el método anticonceptivo que sea más adecuado para ellas en ese momento de su vida. Como especialistas, debemos brindar una buena consejería sobre los beneficios y efectos adversos de las distintas opciones. Todos los anticonceptivos son dopping negativos6. Es posible utilizar algunos métodos anticonceptivos como tratamiento de síntomas premenstruales sin modificar la fuerza ni el rendimiento aeróbico o anaeróbico. Los que tienen gestágenos anti androgénicos tienen mayor impacto sobre el ánimo y la motivación y por lo tanto pueden disminuir el rendimiento deportivo.
Interrelación del sueño y el ciclo menstrual
Entender la menstruación como signo vital en la adolescencia, implica englobar para su interpretación múltiples factores relacionados con lo biológico, social, generacional, así como la dinámica de vida en esta etapa.
Las consultas relacionadas al ciclo menstrual pueden guardar relación con la frecuencia, cantidad y duración del sangrado o por la sintomatología asociada. Siempre deben abordarse desde una perspectiva integral: ampliar la anamnesis más allá de los antecedentes gineco-obstétricos, considerar también cómo se vivencia la menstruación o su ausencia, cuándo motiva su consulta, las condiciones sociofamiliares, hábitos alimenticios, actividad física, consumos y regulación del sueño de la adolescente.
A lo largo de la pandemia por COVID 19, muchos hábitos se han visto modificados, y entre ellos el sueño fue uno de los más afectados, generando motivos de consulta ya sea por la mala calidad de este o sus consecuencias. Concomitantemente, el aumento en las alteraciones del ciclo menstrual ha llevado a profundizar el nexo que relacione ambas situaciones, tema que se desarrollará a continuación.
El sueño es un fenómeno fisiológico periódico durante el cual se suspende la interrelación con el medio externo y que alterna cíclicamente con un estado de alerta constituyendo así ciclos de sueño-vigilia. Este patrón de ciclo circadiano varia en las diferentes etapas de la vida y es el resultado de una compleja interacción entre el sistema neuroendocrino y los relojes biológicos con aspectos ambientales, culturales y sociales.
El ritmo circadiano permite anticipar eventos que se repiten regular y diariamente a la misma hora del día, facilitando así la regulación positiva de vías fisiológicas para obtener una respuesta fisiológica o conductual adecuada en el momento correcto. Su regulación está dada por un sistema de neurotransmisores entre los cuales se encuentran la acetilcolina, la serotonina, el ácido gamma amino butírico (GABA), la noradrenalina, la histamina, la dopamina y la orexina. Los circuitos colinérgicos están implicados en el inicio del sueño MOR y el sistema de alerta de la vigilia, mientras que la serotonina, histamina y noradrenalina se asocian con la activación cortical durante la vigilia. Por su parte las neuronas gabaérgicas están implicadas en la producción de sueño no-MOR, y en la promoción del sueño. Las orexinas A y B, además de regular el apetito entre otras funciones, se activan durante la vigilia y se desactivan durante el sueño 7.
La coordinación del ritmo circadiano es orquestada por el núcleo supraquiasmático (NSQ), localizado en el hipotálamo anterior, que actúa como marcapaso central, pero a su vez, todos los tejidos y órganos poseen su propio oscilador circadiano (osciladores periféricos). El NSQ regula otros osciladores circadianos centrales que impulsan los ritmos en los tejidos periféricos: la glándula suprarrenal, la glándula tiroides, los adipocitos, el páncreas y las gónadas 8.
Tanto en los relojes centrales del cerebro como en los osciladores periféricos, el mecanismo generador de ciclos de aproximadamente 24 hs. es similar y está compuesto por un conjunto de genes (genes de reloj) y proteínas respectivas que forman un circuito de retroalimentación que regula rítmicamente muchos genes de salida (genes controlados por reloj). La actividad del NSQ se sincroniza con ciertos factores ambientales que actúan como entradas al reloj ajustándose rítmicamente cada 24 hs. Entre ellos el más importante es el ciclo luz – oscuridad, pero también los horarios de las comidas, la actividad física, los horarios de sueño, contactos sociales 9.
El NSQ a través de señales físicas (temperatura), neurales (conexiones selectivas del sistema nervioso autónomo simpático y parasimpático) y humorales (glucocorticoides y melatonina), puede transmitir su información temporal a otras estructuras cerebrales que participan en la regulación del ritmo de sueño y vigilia.
En los adolescentes el periodo circadiano tiene una duración intrínseca de 25 hs., lo que genera una latencia del sueño más prolongada. Esto genera un retraso en la fase de conciliación del sueño de causa primariamente biológica más que social. Esta dificultad para iniciar el sueño a una hora más temprana, puede asociarse con el síndrome de retraso de fase, es decir una alteración del ritmo circadiano frecuente en esta edad, en donde el tiempo de inicio y finalización del sueño se retrasa en relación a los tiempos convencionales del mismo. Este fenómeno puede observarse los fines de semana, en los que el sueño se retrasa y alarga su duración: jet lag social 10.
Los malos hábitos de sueño pueden instaurarse en esta edad. Los consumos de diversas sustancias durante la noche (café, alcohol, tabaco) sumado a los horarios de sueño irregulares, el sedentarismo y el exceso de uso de dispositivos tecnológicos nocturnos, derivan en mala calidad del sueño con la consecuente deuda crónica del mismo, generando desfases horarios o “insultos” circadianos. Si existiese una alteración de manera persistente, entre la relación de fase de los ritmos circadianos y los ciclos ambientales de 24 hs., podría generarse un desacople de los osciladores periféricos con el NSQ, generando respuestas autónomas, diferentes a las señales generadas por el NSQ. La traducción de este fenómeno se ha conocido como cronodisrupción, un concepto de particular trascendencia por las patologías asociadas que aparecen o empeoran a corto y largo plazo 11. Es decir, que las consecuencias observables pueden comprender desde bajo rendimiento escolar, alteraciones del comportamiento y del estado de ánimo, incidencia a largo plazo de hipertensión, obesidad, diabetes, enfermedades cardio y cerebrovasculares, depresión, entre otras.
Relación del Sueño con el Ciclo Menstrual
Como se ha mencionado, el ritmo del reloj primario es aproximadamente de 24 hs. (verdaderamente circadiano), y otros ritmos endócrinos subyacentes a su regulación son ultradianos (Ej.: Pulsos de GnRH de 90 min) o infradianos (más de 24 hs., por ejemplo, aumento de LH de 28 días). Las mujeres exhiben ritmos diarios en la sincronización de patrones de secreción hormonal.
El cerebro a partir de los fotorreceptores o melanopsinas regula la secreción de cortisol cuando percibe luz y melatonina cuando percibe oscuridad, por lo cual la liberación de ambas es inversamente proporcional. Los niveles máximos de cortisol en la mañana (respuesta al despertar del cortisol) se correlacionan con el momento del pico de LH, que normalmente alcanza su punto máximo al final del sueño. La acrofase de pico preovulatorio de LH ocurre típicamente entre la medianoche y las 8 am. El momento preciso de la ovulación, se estima que ocurre entre 24 y 40 h después.
En el 80% de las mujeres la ovulación sucedería luego de dormir, alrededor de las 8 am, siempre y cuando se cumplan los requisitos de combinación de ritmos circadianos y factores homeostáticos. La melatonina tiene relevancia en el sueño y también en la fisiología del ovario, donde cumple funciones antioxidantes, estimula la maduración del ovocito, de las células de la granulosa y células esteroidales. Su concentración en el líquido folicular es 3 veces mayor a la encontrada en plasma sanguíneo, lo cual podría explicar que su inducción adecuada se correlacione con un ciclo menstrual normal 12.
La reducción de la duración del sueño tiene efecto sobre los patrones de secreción hormonal. Se ha demostrado que mujeres con menos de 8 horas de sueño secretan un 20% menos de FSH. La privación total o parcial del sueño aumenta la amplitud de la LH, las concentraciones de estradiol y FSH. Es posible que la alteración del ciclo menstrual asociada con la desalineación circadiana se deba a un efecto directo del estado de sueño sobre la secreción de hormonas ováricas e hipofisarias 13.
Conclusión
La adolescencia es una etapa de fundamental importancia en la vida, tanto de la paciente como de su familia. La forma en que vivencie su menstruación en esta etapa marcará su modo de menstruar de forma positiva o negativa para el resto de su vida.
La menstruación, interpretada como quinto signo vital, nos marca su importancia ya que es el resultado de la interacción de varios mecanismos que se interrelacionan en el marco de una salud ginecológica integral.
Como especialistas podemos asesorar en la consulta, el uso del calendario menstrual como una herramienta educativa y, a la vez, de detección de alguna alteración del ciclo que motive la consulta oportuna.
El diagnóstico etiológico del trastorno del ciclo no siempre es sencillo; amerita un interrogatorio amplio, considerando las múltiples causas que pueden desencadenarlos, haciendo énfasis en los posibles hábitos de las jóvenes.
En cuanto a la relación que existe entre ciclo menstrual y rendimiento deportivo, es importante que los ginecólogos infanto - juveniles estemos sensibilizados con el tema, para poder aportar a las pacientes las herramientas que le permitan mejorar su rendimiento sin interferir en su ciclo menstrual y futura vida reproductiva, en caso de que así lo desearan. Por otra parte, no debemos olvidarnos de realizar el pertinente asesoramiento en anticoncepción cuando la adolescente así lo requiera.
En cuanto a la rutina del sueño, los trastornos que sufren los adolescentes ocurren en su mayor parte como consecuencia de factores externos o malos hábitos, potencialmente modificables. Los factores estresantes, la mala calidad del sueño, el hábito de fumar, el peso y las condiciones ambientales, afectan la fisiología reproductiva femenina. Específicamente, el desfase horario sostenido se asocia con un aumento de la irregularidad del ciclo menstrual, trastornos del estado de ánimo, un mayor riesgo de aborto espontáneo, dificultad para concebir y un mayor riesgo de cáncer de mama a largo plazo 14.
Conociendo esto, como profesionales de la salud tenemos un rol importante en la educación y podemos ayudar a establecer rutinas, brindar pautas de higiene del sueño, promoviendo hábitos de vida saludable, con horarios regulares para la alimentación y el descanso, desaconsejando el sedentarismo, el uso de pantallas nocturnas, las bebidas estimulantes y/o energizantes y el consumo de alcohol, tabaco y sustancias.
Bibliografía
1: ACOG Committee on Adolescent Health Care. ACOG Committee Opinion No. 349, November 2006: Menstruation in girls and adolescents: using the menstrual cycle as a vital sign. Obstet Gynecol. 2006 Nov;108(5):1323-8. doi: 10.1097/00006250-200611000-00059. PMID: 17077267.
2: Pasqualini, D. Los adolescentes y la pandemia: Su impacto en el año 2020 - Rev. Hosp. Niños (B. Aires) 2021;63(281):91-99
3: The Effect of the menstrual Cycle on exercise metabolism. Implications for Exercise Performance in Eumenorrhoeic Women. Oosthuyse T, Bosch AN. Sport Medicine
4: The Effects of menstrual Cycle Phase on exercise performance in eumenorrheic women: A Systematic Review and Meta- Analysis. Mc Nulty KL, Elliot- Sale KJ, Dolan E, Swinton PA, Ansdell P, Goodall S, Thomas K, Hicks KM. Julio 2020
5: The impact of menstrual cycle phase on athletes´performance: A Narrative Review. Carmichael MA, Thomson RL, Moran LJ, Wycherley TP. Public Health 2021
6: Las hormonas en el deporte: Una vieja herramienta con nuevas Perspectivas. Hormones in sports: an ancient tool with new perspectives. Cabrera Oliva VM, Hernández Hernández A. 2020
7: Franco-Pérez J, et al. Neurotransmisores y regulación del ciclo sueño-vigilia. Rev Invest Clin n Cl 2012; 64 (2): 182-192
8: Madrid, JA, Pin Arboledas G, Fernandez Gomeriz MC; Organización funcional del Sistema Circadiano. Pediat Integral 2018, XXII (8): 385 – 395
9: Gordillo A; Cronobiología y Salud Circadiana. https://docplayer.es/205020754-Modulo-i-introduccion-a-la-cronobiologia-dra-alicia.html
10: Talero-Gutiérrez C, Durán-Torres F, Pérez I. Sueño: características generales. Patrones fisiológicos y fisiopatológicos en la adolescencia. Rev Cienc Salud. 2013;11(3):333-48
11: Barbero Santillán N, Nuevos enfoques al problema de la Obesidad. Papel de la Cronodisrupción. Universidad de Cantabria, 2016, p 36- 49/ http:repositoriounican.es. BarberoSantillanN
12: Kerdelhue B, Brown S, Lenoir V, Queenan JT, Jr, Jones GS, Scholler R, et al. Momento del inicio de la oleada de hormona luteinizante preovulatoria y su relación con el ritmo circadiano de cortisol en el ser humano. Neuroendocrinología (2002) 75 (3): 158–6310.1159/000048233
13: Tamura H, Takasaki A, Taketani T, Tanabe M, Kizuka F, Lee L, Tamura I, Maekawa R, Asada H, Yamagata Y, Sugino N. Melatonin as a free radical scavenger in the ovarian follicle. Endocr J. 2013;60(1):1-13 https://ovarianresearch.biomedcentral.com/articles/10.1186/s13048-016-0245-8
14: Gamble KL, Resuehr D, Johnson CH. Shift work and circadian dysregulation of reproduction. Front Endocrinol (Lausanne). 2013 Aug 7;4:92. doi: 10.3389/fendo.2013.00092. PMID: 23966978; PMCID: PMC3736045.
¹ Médica Tocoginecóloga. Certificada en Ginecología Infanto Juvenil. Fellow IFEPAG. Diplomada en Medicina Deportiva Pediátrica. Delegada de la Sociedad Argentina de Ginecología Infantojuvenil (SAGIJ) en la Provincia de La Pampa
Consultorio: Alvear 154. Santa Rosa, La Pampa, Argentina
² Medica Generalista. Mg Salud Sexual y Reproductiva. Delegada de la Sociedad Argentina de Ginecología Infantojuvenil (SAGIJ) REGION COMAHUE.
Consultorio Adolescencia HOSPITAL BOUQUET ROLDAN – Centro Integral de la Mujer (CIDEM) Ministro González 242 - Neuquén capital, Neuquén, Argentina.