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Salud Integral

Control Prenatal de la Adolescente Embarazada

Por la Dra. Miriam Salvo

Como recordarás, es muy importante tener la primera consulta con el obstetra en el lugar que vos elijas (si seguís leyendo estas páginas vas a encontrar un listado de lugares en los que se atienden mamás adolescentes).

En esta primera consulta, el obstetra, que seguramente formará parte de un equipo profesional, te hará una serie de preguntas para saber si existe algún factor (ya sea de tu entorno familiar o de tus características corporales o tus costumbres) que puedan influenciar negativamente la evolución de tu embarazo (consumo de sustancias, alcohol, cigarrillos, dietas infundadas, etc.). Esta parte de la consulta debe ser abierta y franca, ya que si te encontrás tomando algún medicamento, éste puede perjudicar a tu bebé, o por el contrario algunas vitaminas deben darse precozmente en el embarazo para que puedan protegerlo de algunas malformaciones.

Luego, te pesan y miden tu estatura para saber si existe una correspondencia entre ellas y si estás muy delgada o muy gordita. Esto pondrá al médico sobre la pista de los cambios que puedas o no necesitar.

Se examinan las mamas, para observar la normalidad de las mismas o por si necesitás algún ejercicio para que el pezón se forme y puedas tener una lactancia exitosa. Recordá que tener mamas pequeñas no es sinónimo de no poder darle la teta a tu bebé, todas las mamás van a tener leche para alimentarlos cuando llegue el momento. En las clases del curso de parto sin temor te explicarán cuáles son las formas de aumentar el aprovechamiento de la leche.

Se controlará la tensión arterial (presión), no te asustes porque todas las embarazadas normales tienen la presión baja.

Y por último te van a medir la altura uterina (la panza) para observar como el bebé está creciendo, pero no te confundas, no es la medida del bebé. Los latidos cardíacos del bebé se pueden escuchar con aparatos electrónicos o con una corneta de madera que te resultará muy graciosa la primera vez que la veas.

Es habitual tomar una muestra de secreción del cuello uterino para realizar el papanicolaou. Este procedimiento no ocasiona ningún daño al bebé ya que está muy lejos de esa zona y sirve para descartar alguna enfermedad del cuello uterino.

Se solicitan análisis de sangre y orina para saber como está tu salud en este momento de tu embarazo (si estás anémica, si sos diabética o si tuviste alguna enfermedad infecciosa que pueda perjudicar a tu bebé). Existen enfermedades que deben tratarse durante el embarazo para que tu hijo nazca saludable.

Conocer el grupo sanguíneo es fundamental para controlar una enfermedad que aparece cuando la mamá es Rh negativa y el papá es Rh positivo. Si estuvieras en esta situación tu médico te explicará los controles necesarios y las medidas a seguir.

Una consideración especial merece el estudio del VIH. Muchas personas tienen temor de hacérselo, pero es importante conocer este dato ya que, en los casos en que una mamá está infectada (recordá que hay otras formas de adquirirla además de la relación sexual) se puede iniciar un tratamiento que protege al bebé de la infección y mejora mucho la situación de la mamá.

Algo muy importante y que va a ser de gran ayuda para vos es el CURSO DE PREPARACIÓN PARA EL PARTO. En él se van a aclarar tus dudas y temores, te van a explicar cómo reconocer los síntomas del trabajo de parto para concurrir al hospital, van a hacer ejercicios que te harán sentir mejor físicamente y te van a enseñar cómo trabajar con la respiración y tu cuerpo para ayudar al nacimiento del bebé.

La ecografía es un método maravilloso que permite ver los latidos cardíacos, los movimientos y el crecimiento de tu bebé, pero bajo ningún punto de vista reemplaza al control que realiza el equipo de salud.

Te harás controles mensuales hasta el séptimo mes, cada quince días hasta el octavo mes y luego semanalmente hasta que se desencadene el parto.
Como verás, todo esto que te explicamos tiene como propósito lograr que tanto vos como tu bebé, y los que te rodean, puedan disfrutar de un nacimiento y una maternidad con salud.

Para ello es necesario que trabajemos juntos vos y los tuyos con el equipo de salud que hayas elegido.