La Primera Vez
Autores: Dra. Silvia Oizerovich – Dra. Analía Tablado
El inicio de relaciones sexuales ha sufrido cambios sustanciales entre la generación actual y las generaciones anteriores.
La virginidad como un valor a destacar y la postergación del inicio sexual hasta el matrimonio no son costumbre entre los adolescentes en la actualidad, si bien aún se mantiene en grupo minoritarios de jóvenes que conservan estos valores por motivos morales y/o religiosos y cuya decisión también es válida y merece ser respetada.
Hasta hace algunos años atrás el inicio de las relaciones sexuales de los varones se efectuaba, en la mayoría de los casos, con “sexo pago” (relaciones con prostitutas o “debut sexual”) en situaciones poco gratificantes, lo que era vivido por el joven como una prueba a superar de su masculinidad.
Para las adolescentes no estaba “bien visto” que tuvieran relaciones sexuales previas al matrimonio, motivo por el cual, las que las tenían, lo mantenían en secreto aún entre sus amigas por temor a ser consideradas “fáciles” (o algo peor…)
El vínculo que tienen hoy los adolescentes con el ejercicio de su sexualidad es muy diferente. La virginidad dejó de considerarse como un valor y a veces las chicas lo sienten como un peso si todavía no se han iniciado sexualmente.
La mayoría de los varones hoy se inician sexualmente con sus parejas, en general con un vínculo de afecto que no tenían aquellos inicios con prostitutas.
Desde la aparición del SIDA en la década el los ’80, los temas de sexualidad son en muchos casos abordados en la familia por los padres y en algunos casos en la escuela, muchas veces por el temor, ya no del embarazo inoportuno, sino del contagio de infecciones sexualmente transmisibles.
Hoy en día las pacientes se animan a preguntar más frontalmente sobre algunos temas de los que antes “no se hablaba”: en especial los relacionados con la sexualidad. En las adolescentes las consultas por dudas sobre el inicio de relaciones sexuales o la solicitud de métodos anticonceptivos eran, muchas veces, consultas latentes que el médico debía desentrañar; hoy, en cambio, suelen hacer estas consultas en forma mucho más espontánea o preguntar por posiciones sexuales, coito anal o masturbación, todos temas impensados en la consulta hace años atrás.
La decisión.
A veces los padres y los adultos temen que la información sexual y el mayor conocimiento sobre estos temas por parte de los jóvenes hacen que tengan relaciones sexuales a edades más precoces. La realidad demuestra, en cambio, que cuanto más información tienen, cuanto más posibilidades de hablar de estos temas (tanto en sus casas como en su escuelas) y cuanto mejor acceso al sistema de salud, en general retrasan más el inicio de las relaciones sexuales o lo hacen en forma más pensada, más reflexionada y con mayores cuidados.
Los que trabamos con adolescentes creemos que no existe una edad “ideal” para iniciarse sexualmente, pero tratamos de que los chicos puedan tomar esta decisión de la forma más libre y pensada posible, reflexionando sobre la importancia de esta decisión. Que puedan decidir cuándo, cómo y con quién, sin coerción y sin presión de los amigos, de la pareja o de la sociedad.
Las estadísticas nos dicen que la edad promedio de inicio de relaciones sexuales están alrededor de los 15 años en nuestro país, pero también sabemos que hay muchísimos chicos y chicas más grandes que aún no tan tenido relaciones por no sentirse preparados, por no haber encontrado la persona adecuada o simplemente por decisión personal.
También sabemos que cuanto más grandes son al iniciarse sexualmente más exitosos son en poner en práctica los cuidados anticonceptivos y de prevención de infecciones (Los chicos suelen ser hábiles en el uso correcto del preservativo y las chicas más efectivas en la negociación para que su compañero lo use)
La virginidad es valorada por muchas parejas aún hoy en día y puede ser una opción respetable si es libremente elegida.
Los temores:
Temor al dolor y al sangrado.
La consulta ginecológica previa al inicio de relaciones y la información adecuada sobre las características de la anatomía femenina son muy importantes para superar este temor que suele ser muy frecuente.
En general las personas de todas las edades tienen poco conocimiento de las características de los genitales externos de la mujer, sumado a fantasías que sitúan al himen como “una membrana que está en el interior de la vagina que se rompe con las primeras relaciones y son la causa del sangrado”. Vamos a aclararlo: ni es una “membrana”, ni está “en el interior” de la vagina, ni tiene que indispensablemente que “romperse” y “sangrar”.
El himen es:
- Un anillo o diafragma
- Tiene un orificio central (si no fuese así no podrá salir la sangre menstrual…!)
- Permite la colocación de un tampón aún en la mujeres “vírgenes” sin que se rompa
- Es elástico (más aún en las mujeres jóvenes)
- Está en la entrada de la vagina
- Puede tener algunos pequeños desgarros en las primeras relaciones sexuales que sean la causa de sangrados leves
- La “virginidad” no depende de su integridad!!!!!
En la consulta el/la ginecólogo/a puede mostrarle a la adolescente, en un simple examen y con la ayuda de un espejo, su himen y las características del mismo para superar todas estas fantasías. (Convengamos que los genitales femeninos no están en lugar de fácil acceso y visualización)